martes, 23 de febrero de 2010

_El_Simulacionismo_de_Jeff_Koons_










Se trata de mostrar el objeto desde la perspectiva de la compulsión de comprar, desde el deseo, a medio camino entre lo inaccesible y lo disponible. Tal es la tarea del marketing que representa el verdadero tema de las obras simulacionistas.

Entre los simulacionistas, la obra surge de un contrato que estipula la idéntica importancia del consumidor y el artista proveedor. Koons (Jeff) utiliza entonces a los objetos como condensadores de deseo, puesto que "El sistema capitalista occidental concibe el objeto como una recompensa por el trabajo efectuado o por el exito(...). Y una vez acumulados esos objetos definen la personalidad del yo, realizan y expresan sus deseos". Koons, Levine o Steinbach se presentan como verdaderos intermediarios, agentes del deseo cuyos trabajos representan meros simulacros, imágenes nacidas más de un estudio de mercado que de una supuesta "necesidad interior", de valor mas bajo. El objeto de consumo ordinario se duplica en otro, puramente virtual, que designa un "estado inaccesible", una carencia (Jeff Koons). El artista consume el mundo en lugar del observador y por su cuenta. Dispone los objetos en vidrieras que neutralizan la noción de uso en favor de una especie de intercambio interrumpido, dentro del cual se sacraliza el momento de la presentación.

(Nicolas Bourriaud; Postproducción)

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